Evangelion 3.33: You Can (Not) Redo
2012
Dir. Hideaki Anno,
Mahiro Maeda, Masayuki, Kazuya Tsurumaki
Retomar y superar lo que 2.22: You Can (Not) Advance nos dejó era
una tarea admitidamente difícil. La segunda parte de la tetralogía del Rebuild of Evangelion era intensa,
emocionante, trágica, y últimamente, completa. Se nos dejó con una Rei Ayanami
más evolucionada, empatizable, en una conmovedora relación con un Shinji que
era capaz de tomar decisiones firmes en detrimento de su usual pasividad y vaivén
motivacional; una Asuka atravesada por la tragedia, fuerte pero conflictuada, y
la promesa de una catástrofe no sólo física sino emocional allí donde era
inminente la ocurrencia del Tercer (?) Impacto y la entrada definitiva de
Kaworu Nagisa.
3.33 parte haciendo caso omiso de todas las promesas que hizo la
entrega anterior y se sitúa catorce años después de los eventos de 2.22, creando un escenario de confusión
y vacío existencial no sólo en el protagonista que regresa, Shinji, sino
también en el espectador. Podría argumentarse que en ese sentido la película
exitosamente transmite la sensación del “¿dónde
estoy?”, si no fuera porque es sencillo lograr dicho efecto cuando expones
al protagonista y al espectador mismo a una serie de escenarios de reacciones
hostiles sin explicaciones y donde todo ha cambiado a tal grado que cualquier
conexión con el mundo que se había construido anteriormente ya no existe.
Estamos en presencia entonces de un mundo que no sólo tiene la tarea
fundamental de hacerse cargo de las expectativas rotas por las promesas sin
cumplir, sino el de construir expectativas nuevas en base a este nuevo mundo
propuesto, por el mismo hecho de situarse en un plano tan distante. Y es ahí
donde 3.33 falla más rotundamente: en
su corta duración (en relación a 2.22, y
en especial a lo que necesitaría de tiempo para construir y desarrollar
exitosamente este nuevo escenario), no logra más que ser un compendio de
escenas erráticas, secuencias de acción gratuitas, personajes que son sombras
de lo que fueron (personalmente admito que la pérdida más grande fue la de Rei),
motivaciones pobres y convenientes, explicaciones a medio cuajar sobre las
incongruencias lógicas, y en resumen, un clima general de profunda dislocación
respecto a su lugar en relación a las dos películas que la preceden.
Si fuese mal pensado diría que 3.33 es la excusa que buscó Anno para
escapar a las tremendas promesas de 2.22
al darse cuenta de la dificultad que suponía el encargarse de ellas; dándole el
beneficio de la duda, pareciera ser que lo mejor que se puede decir de ella es
que es un intento interesante pero fallido por explorar una continuación
alternativa a la historia, que no sabe suplir satisfactoriamente las respuestas
para tapar sus montañas de incongruencias, y en especial, la imposibilidad de
desarrollar sus personajes en este mapa post-apocalíptico (las motivaciones de
Shinji bordean lo ridículo… “Kaworu: ¡Shinji, no saques las lanzas! Shinji: ¡Tengo que sacar las lanzas! *saca las lanzas* Shinji: ¿Por qué saqué las lanzas?”). Alguien podría levantar
la mano para hacer notar que la última parte de la tetralogía puede ser la que
lleve a un clímax apropiado las líneas que lanza 3.33, pero el problema está en que sencillamente la película que
tenemos entre manos ahora no promete nada que valga la pena esperar – entre
personajes que han sido reducidos a su más básica expresión, conflictos
confusos, una construcción dramática muy dispersa (lo más esperado de esta
entrega, la relación Shinji/Kaworu, también se ve mermada por la ineficacia
para tratarla sensiblemente; en la mitad del tiempo, dicha relación quedó mucho
mejor expuesta en el animé, y acá se desecha la sutileza por lo gráfico). Al
final, nunca deja de ser interesante por el sólo hecho de pertenecer al
universo de Evangelion, pero ésta es una secuela que tristemente no está a la
altura de las circunstancias, dicho con el mayor dolor de un acérrimo fan.
5.5/10 Medianamente interesante
Iván Ochoa Quezada, Comunicador Audiovisual
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